El Clan de las Tormentas: La vuelta al desierto

viernes, 26 de octubre de 2007

La vuelta al desierto

Todos te dicen: "ama". Todos te hablan de lo maravilloso que es el amor, y todos te dicen "joder tío, que cosa más maravillosa". Y una mierda. Dices lo que sientes, amas con toda la fuerza de tu corazón, te expresas como si fueras un dios que se convierte en hombre sólo por tocar a otra diosa y qué, todo para qué. Cuatro líneas, un gesto de despedida y adiós muy buenas. Ama, los cojones. Al final siempre es lo mismo. Podía haber hecho más, es cierto. También podía haber hecho menos. Uno no elige cuando ni de quien enamorarse, pero ya puestos podía tener mejor ojo. No acierto ni con el complementario. Todo al final es polvo y aire, sombras y cenizas. Ama, eso, ama, y querrás estar muerto.

Aire que me peinas,
¿por qué siempre voy tan despeinado?
Y me consuelas,
y me susurras que estás a mi lado.
Tierra que desentierras
la pipa de la paz embriagando
mi loca cabeza
de risas y de brisas.
Cuando tú no estás
mi reloj de arena se para y se muere
¿por qué hierve y se congela?
¿por qué se vacía y se llena?
Porque esta tarde todo
me arde con el fuego
que me quema
el alma, si te estoy mirando
échale leña a la hoguera
porque las brasas
me lo están suplicando.
Agua que me llena
el vaso de mi corazón,
que si sube la marea
yo me pongo mu cabezón.
Porque si te vas
mi cama se vuelve
un agujero negro,
se me clavan los puñales,
se me acaban los finales.
Porque por más que lo intento,
ya no me acuerdo,
si me preguntas de donde vengo,
yo no lo sé,
últimamente vivo en el infierno,
y en un piso de alquiler.
Lo que me pasa es que
yo estoy cambiando
y creo que no es para bien,
pero te digo yo,
que pase lo que pase,
yo te siento siempre,
siempre, siempre...
Si me preguntas de donde vengo,
yo no lo sé,
últimamente vivo en el infierno,
y en un piso de alquiler.
Lo que me pasa es que
yo estoy cambiando
y creo que no es para bien,
pero te digo yo,
que pase lo que pase,
yo te siento siempre,
siempre, siempre...
Naturalmente,
Porque si te vas
mi cama se vuelve
un agujero negro,
se me clavan los puñales,
se me acaban los finales.
Porque por más que lo intento,
ya no me acuerdo,
si me preguntas de donde vengo,
yo no lo sé,
últimamente vivo en el infierno,
y en un piso de alquiler.
Lo que me pasa es que
yo estoy cambiando
y creo que no es para bien,
pero te digo yo,
que pase lo que pase,
yo te siento siempre,
siempre, siempre...
siempre, siempre, siempre,
siempre, siempre, siempre,
¡Cerca!

quisiera al menos un minuto en que no te eche de menos, quisiera otra cabeza, quisiera estar alegre y por ti querría hasta la tristeza.

Se acabó. Volvemos al desierto. Mi tiempo se agota. Siempre supe que me costaría pasar de las tres décadas de edad. Tempus fugit.

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