Lo más cerca de mi alma es a tu lado
donde la gente dice que el sol se tumba para verte
y yo voy buscando entre tantas libertades quedarme
preso de tus labios]
para dejar de rodear tu sombra con mis brazos
ahogar mis dedos que se expanden en el delirio de tenerte
porque de ti parten todas las primaveras que hacen desaparecer
mis inviernos]
y aunque hay quien piensa que vivir es morir lentamente
a mí me gusta morir por ti. Sabiendo que existen
mil caminos para encontrarte y tan sólo uno para perderte
en el filo de la espada que corta el hilo de los pasados
desangrando las soledades en las que se quedaron
los hijos huérfanos de nuestro adiós; queda espantado el olvido
a pesar de todo]
y, sin embargo, muerto el claro lunar, la batalla contra el futuro
no es menos dura. No quiso,
nunca, que te dieran de comer los cielos que nos miraron
lo que hizo que, al final, fuera la tierra la que nos detuviera.
Arrojado desde las profundidades en las que mueren tus naufragios
me encuentro ahora, en el momento de mirar a otro lado
con la consecuencia maldita de beberte a plazos
(sangrienta mi alma te paladea, se enroca
en la entrega somnolienta de esta noche perpetua)
para quien espera ser espasmo de todos los recuerdos
y, sin embargo, no queda ya más que máscaras de huesos
en cuerpos sin carne. No, me digo, no más entregado,
arrojado sin poder evitarlo contra los proyectiles de tus manos
queriendo desgarrarme el sueño que forjé entre tus brazos
viéndome desde dentro en el sacrificio
que hizo de nosotros una ausencia
permanente]
porque no, no queda más que un mar atemperado,
en la calma que obliga al capitán a ser quien hunda el barco
y echando de menos las palabras sin sentido
los tiempos vacíos, la soledad de siempre
la misma y neutra emoción de la nada más absoluta
la tranquilidad de estar no vivo, el resumen de lo que se es
cuando está finalizado. O comenzado.
En la pasión desanudada de las cinturas desgarradas,
en las cuchillas de tus abrazos que me dejan listo
para que me lleven los suspiros de los días pasados;
(inundado de vacío)
vamos dejando atrás la decadencia de los átomos
de todos los que nos han formado
y de toda la gravedad que en un punto concentró
todas las fuerzas de la naturaleza para que la misma Tierra
girase y nos dejase]
en el lugar en el que nuestras almas se han encontrado.