El Clan de las Tormentas: 2009

domingo, 1 de noviembre de 2009

Sangre oxidada

Sangre destrozada por dentro, sangre aceitosa, decolorada

perdida entre unos senos,

sangre de una víctima asesinada

por tener la lágrima envidia del océano

la que no tengo, ni sangre, ni lágrima, ni miedo

a este deseo que de tanto repudiarlo se vuelve obsceno

(cazador sin noche, albergo cuchillos para

rasgarme las manos,

como si fueran sus dientes el sol y el día la oscuridad)

ni en sueño me zafo de mis anhelos, ni en el olvido

encuentra ya mi alma carnosa un liviano consuelo

tan sólo el desangrarse para no mostrar por fuera

la nostalgia de lo que grita por dentro

en este atardecer de la melancolía

y estos días que me sangran;

ya no hay callejones donde refugiarse para llegar

a tus presas, cazador de tempestades,

ya no quedan más refugios ni formas de escapar

a estas cadenas]

ya estamos únicamente destinados a perseguirnos

de esta manera,

tan esquiva, como el león herido que huye en mitad de la ciudad

sin conocerla, sin haberla pisado nunca,

recordando aquellos días de humo, cigarrillos y cerveza,

aquellos tan lejanos que olían a cabellos recién lavados

tan artificial como reciente, no eran campos, no, donde vivíamos,

era todo un nido de aceras, una pradera de piedra

donde los altos edificios nos escondían de miradas kilométricas,

ya éramos los que nunca quisimos ser, gente que respiraba arena,

patético delirio de hojas muertas

sin salvedad ni nada más que eso. Allí, sous le ciel de,

 da igual cuando cualquier cementerio es bueno para recrear

nuestra última cena; nada queda ya del recuerdo

más que el recuerdo mismo del que más cerca estaba

mientras más intentaba alejarme.

Y ahora, entre murmullos, vuelvo a mí; he cruzado tan fuerte el espejo

que al partirlo mi sangre se ha fragmentado

y puedo verla en cada trozo mientras mi reflejo dividido

me dice, me grita tan despacio que puedo olerlo,

cada trozo es mi parte y mientras más intento unirlas

más me fragmento,

(sangre, sangre, sangre por todas partes)

al haber matado el futuro para seguir allí, en aquél pasado

perdidos los dos en la inmensidad de este mundo de pantallas

que esperan la destrucción del exterior,

como iglús que se abrazan al llegar la primavera, esperando

un final definitivo que apague los días,

que apague nuestras vidas.

domingo, 18 de octubre de 2009

Pájaros de cemento en árboles eléctricos

Rompo el aire intentando respirar

golpeando el silencio con ramas de ruido

como una Dafne que se abraza al viento

para huir de su espacio, hacia arriba, al cielo subterráneo

y si tan sólo pudiera dejar de leer mis pensamientos

si pudiera asesinarlos como el vulgar homicida del tiempo

que se queda esperando a las puertas

del infierno]

preguntando "¿cuándo es mi turno?, ¿cuándo entraré?"

ahogarse para respirar este humo de desierto

desistiendo de volver a estar más despierto,

más, más, más aún que todo lo que se puede estar

cuando se vive tuerto; desalojando el agua de mis cuencas oculares

mientras pruebo el filo del cuchillo con mi propia alma

que no sangra, no tiene nada, más que oscuridad

como una sombra en ruinas de un soldado sin coraza

perdido entre las arenas de un mar inmenso

que no conoce ni tarde ni noche ni mañana

ni espera la resurrección de sus heridas convertidas

en pilares de una nueva venganza

(yo mismo contra mí mismo,

sacrificio odínico, vuelvo a mí como a ti volvieron

los olvidos del viento, y golpeo contra tu altar

el odio de haber nacido eterno

un ángel nacido del revés con las alas nadando hacia

el infierno)

cuando estábamos deshojando las nubes transportadas

por los humos de las fábricas, de los cigarros inconclusos

de las camas deshechas en el camino,

long road, long road

 nos decíamos, mi humilde enemigo y yo,

en la crisis de la náusea y la destrucción. Perderse en la ausencia

sin combatir, sin esperarse en los límites de la muerte,

la aporía de sí mismo, sin rebasar su límite,

(¿dónde se va, dónde se queda?)

corriendo sin parar, huyendo de cada prisión con celdas

en lo alto de árboles subterráneos;

de aquellos que ven posarse pájaros de cemento

que vuelan hacia otro lado, con otro rumbo

al acostumbrado

como esos aviones que veíamos partir sin saber a dónde

ni cuándo]

sin que nos quede nada de eso, ni ganas de ser más que uno

(ciento volando)

porque nos pesa cada espasmo de agonía, cada susurro,

y eso que es todo tan sencillo como eludir el desalojo forzado

que el alma hace del cuerpo,

entre estas palabras que dicen que me marcho

y este adiós que dice que ya estoy lejos;

ya no vendrán más esos caminos a postrarse bajo mis pies

se acabó el delirio en el que el cazador reposaba los cristales rotos

de tantos espejos a los que golpeó hasta hacer naufragar los ojos

ya puedo oír los adioses en las estaciones

la llamada al último pasajero, el que se marcha de nuevo

aunque nunca se haya ido, el del mismo ciclo que se acaba

ya te vas, mi enemigo, ya te vas, no te rindes tú

soy yo el que ya no espero.

lunes, 5 de octubre de 2009

401LM-S

Recuerdo no quererte olvidar

mientras andábamos por playas de cemento

y desiertos de piedra

alejándonos al andar como amantes

oxidados]

dentro de escafandras luminosas

con los ojos desmadejados entre las manos

a cada momento]

lanzados a perpetuidad contra el viento;

he olvidado, lo sé, no recordarte

para no tener que buscarte como el perro

que busca a un muerto

o como un dios exiliado que rebusca

fieles entre las ruinas de sus templos,

porque te vi con los ojos ya cegados

y quise quitármelos

y quise sacármelos. No me fue posible,

al pensar en el viento que hemos sido

y en el camino que nos ha alejado.

martes, 29 de septiembre de 2009

La conflagración secreta

La conflagración secreta, interna, que parte del cielo roto

como estigmas en un inmenso cadáver reseco

y baja hacia este tedio eterno en el que se vive solo

sin necesidades de ausencia, sin alas sesgadas por un viento

excesivo]

sí, hace demasiado viento, tanto que duele en los ojos

que inspiran el aire por dentro, más adentro,

en la nulidad de estos lluviosos infiernos en los que, como desiertos

nos dejamos llevar sin remedio; como si el mismo aire rojo

se volviera azul, olvido, lejanía de un retrato perdido, y ese mismo aire

no nos dejara respirar. Ese mismo aire convertido en asesino

a sueldo]

(¿de quién? me pregunto)

si tan sólo aspiramos ya a establecernos en nuestro territorio interno

demarcando fronteras que no van más allá de nuestros dedos

y vomito frases que no tienen sentido más que vueltas del revés

y estrangulo con mis rodillas a este árido suelo

mientras vuelve otra deriva de más, otro día de menos,

arrojados a esta batalla sin enemigos en las que nadie conoce

nuestros secretos;

brillante epílogo vital para estos espasmos últimos, esta cadencia

cristalina]

esta flor del dibujo que herida se convierte en un vuelo.  Silencios a gritos

para sordos, con la piel de hojas de otoño y en el recuerdo

otra pensión de olvido.

viernes, 21 de agosto de 2009

Pensión de olvido

En las playas de granito que asolan tu memoria dejo mis manos

que golpean los muros horizontales que separan

el ayer del mañana, o del hoy,

(qué más da, no nos importa

a mí no, al menos]

porque he hecho de lo que soy

una muestra de esas que se preparan

para ser consumidas en dosis adecuadas)

 y así permanecer en los recuerdos de la gente

que vamos dejando tras de nosotros

y que llevan tras de sí

el peso de vivir en una pensión de olvido

en la calle del azul, azul, azul, siempre oceánico

aunque los únicos rostros

que ya llevan ese azul sean los mismos de siempre

difusos, reflejados en los charcos de calles oscuras

donde la gente va a dormir a pensiones

de olvido, en habitaciones que reservaron hace tiempo

a sabiendas de que tanta piel es inútil

porque nos sobra más lo que nos cubre que lo que somos,

caras, labios, palabras emitidas al viento y que vuelven

arrojadas contra nosotros; la cueva es el refugio

y su obscena oscuridad]

una salvación y una promesa de paz atrapada

entre las cuatro paredes de aquella soledad

a la que se abrazan todos los que van y vienen

por los bulevares y las avenidas de la ciudad silenciosa

preguntando si quedan habitaciones

en las pensiones del olvido; sufrimiento es dolor con memoria

y de recuerdo se alimentan los que en sus ojos tienen

el azul clavado, mientras pasan todos, cuerpos

que van y vienen haciendo espacio entre un día y otro

sentados en grises bancos de aire en parques metálicos

tumbados sobre camas donde gimen sus maletas

al ir de lado a lado de sus memorias, de sus recuerdos,

en vidas que no hemos vivido porque de donde no hemos estado

no podemos ya irnos

y vivimos, así siempre, en una eterna marcha que intenta

dejar atrás]

lo que somos, y lo que hemos sido.

jueves, 18 de junio de 2009

Plúmbeo, acristalado y con escombros

J'ai toujours rêve d'être

cualquier cosa que sea algo más que número

sí, por favor, incluso que letras o palabras

(¿su identidad? ¿podría repetírmela?)

nada en sombras, bucea entre luces

plastificadas, cartesianas, industrial,

como si mi alma hecha de deshechos

por la ilusión de la eternidad

no podemos, no podemos

tantas veces atrapados por nuestro

sueño paraoide y desigual

confundido entre los muros del deseo

porque, seamos, como el asesino sin piedad

sinceros; a todo ya volvemos

incluso a la matriz inicial. Al ver

acercarse gentes, con sus ojos de soledad

sus manos como cigarros

que se encienden y se consumen

y de su calor ya no queda ni el humo

sólo el vacío más insondable de

cualquier abismo,

el que me deja plúmbeo, acristalado y con escombros,

de otro pasado perdido ya mismo

al ser golpeado por las calles negras,

esos vómitos de sangre urbana,

reseca,

fruto del choque de cuerpo y carnes

y huesos,

por seguirnos los unos a los otros

bajo un laberinto de agua gris;

¿fue allí donde nos llevó lo que esperábamos?

¿fue al caos, la desidia, el olvido

y sobre todo,

fue el anonimato, al cúmulo de personalidades

y al alma dormida?

(recuerde, recuerde

cómo se pasa la vida)

sin ningún placer que acuda presto

porque ya sólo quede la presencia derruida

de todas aquellas falacias y falsedades

que nuestra mente construyó;

las mismas risas, las mismas caras

que las emitían en todos los canales.

Como el alquimista de la vida moderna

j'ai toujours rêve de transformar

la carne en piedra, pero sólo nos quedan

pedestales vacíos a los que adorar

como ánimas purgadas a las que mueve la pena

porque del solo sólo queda ya su ausencia

también plúmbea, y acristalada y con escombros,

ya se va, se cae el cálido ojo menstrual,

apenas queda tierra con la que seguir

sintiendo arena entre los labios;

densa, lacerante, ya la herida salada,

ya las manos en la espalda.

Tuertos en un mundo de ciegos, los brazos

como cuervos comiendo ojos, heridas

de una guerra sin guerreros

que se dan abrazos de cristal

mientras navegan por desiertos

sacrificiales,

ya veo el silencio, y mi rostro borrado

que me es ajeno, y mi piel de tierra

y la sangre de arena,

el veneno, el adiós y el sueño.

jueves, 28 de mayo de 2009

El Destino roto

Tal vez otro día, quién sabe, encontremos

estas ínfulas de volar tan alto, más alto que la voz misma

como una muestra pensada, no sentida,

de lo que otro día fue

un lugar de donde no se siente ni que el tiempo exista

y, en cambio, se tiene seca la garganta

(y por ello sangra con algunas palabras,

no todas, es cierto, sólo aquellas que no se podían decir

porque del olvido atrás se quedaban)

queda pactado, pues, nuestro camino, un Destino roto

colapsado en sí mismo como una vela en el vacío

sin aire ni fuego ni energía ni nada,

sólo ya la visión del Palacio derruido, en manos

de otros cuyos ejércitos, siempre más poderosos,

se convirtieron en barcos con los que cruzar lagos

de olvido en los que se desenvolvían onerosos

todos los recuerdos,

(por suerte van quedándome menos)

y ya no somos lo que éramos, a pesar de las cavernas

inundadas]

a pesar de las noches

desterradas]

a pesar de las mañanas

pobladas]

de más, más palabras, todas las necesarias

que quedaron grabadas en el frío de aquel invierno

en la electricidad de nuestro pensamiento

y hasta en la sangre de la herida derramada. Más, más palabras

para un Destino roto, expuestas tan rojas

sobre la faz de los rostros borrados, de los números

escondidos en sonrisas de plástico

de los gritos ahogados por pantallas de silencio

que como a ojos querían asemejarse

ahora que todo se ha ido, se fue el tiempo de los dedos

de la piel encerrada en un alma, y las promesas enjauladas

y los versos encriptados, nada queda, como siempre pasa

de lo que lo fue todo, ni harto recuerdo en la memoria

ni siquiera un sonido grabado, una imagen retenida

porque nada hay en la ausencia de uno mismo. Apenas, tal vez

el paso del tiempo, sonoro, ligero como plomo

en el alma, un denso sentido de lejanía y un Destino roto

por cuatro labios que a todo menos

a la Eternidad llamaban.

 

 

domingo, 24 de mayo de 2009

Sic transit gloria mundi

Parece ser que últimamente se nos van a morir todos. La muerte, ya se sabe, sic transit gloria mundi y todo eso, no es más que una aporía de la propia vida, si tenemos en cuenta que, después de todo, no deja de ser un camino que se des-camina posteriormente, o tal vez, quién sabe, nadie lo ha dicho, tras la frontera, tras ese momento liminar, encontremos que la propia experiencia de lo que hay más allá no es más que una tierra parecida que camina hacia otro lugar. En cualquier caso, la jodienda no tiene enmienda (fututioni non est emendatio, siempre queda más fino en romano) y cuando estaba a punto de verle la cerviz a la puta vida y la cara a la señora de la guadaña, Antonio Vega debió pensar que joder, que ya era hora, después de todo. Muchas prórrogas para un partido que casi nadie se atreve a jugar. Los chamanes suelen llevar una mala vida que te rilas, que se lo pregunten al Sabina o a Bécquer, que le gustaba más ir de putas que a un fundamentalista un paquete de dinamita. Chamanes con ínfulas de torero como ese Van Gogh pidiendo las orejas, sin el rabo, por suerte, o simplemente desquiciados por no acabar de asimilar el mundo tal como es. Y es que es muy jodido, de verdad que sí, ser tuerto en un mundo de ciegos. Que se diera a la heroína, a la cocaína, a la cafeína, y otras cosas que no acaban en -ina pero que te dejan igual de hecho caquita no es casual ni extraño, es una forma de cura. Una de tantas. La Venganza es otra, curiosamente, sobre todo si lleva a la destrucción, aun consigo mismo, es decir, si arrastra hacia la Muerte como acto de creación. La Venganza es también un acto terrible de adicción a la experiencia de ese acto de sensación de estar lleno de Ser, y el control de la misma constituye, encima una prepotencia sublime. Vengarse consigo mismo también es, a dos bandas, una estupidez y casi una salvación.

No siempre los chamanes se arrostran a una vida de perdición. Murió Benedetti, que nunca fue santo de mi devoción, pero al cual es imposible no reconocer como un poeta, al fin y al cabo, mayor o menor, esa medida sólo la da el tiempo. También se nos fueron no hace tanto Pedro Hierro y Ángel González, éste último desde luego muy por encima de toda su generación. Me hace gracia cuando dicen que la muerte es un misterio; ni misterio ni cojones, es lo que se nos lleva a todos y nada deja más que recuerdo y éste no es más que memoria, si no dejamos nada que pueda recordarse, nada somos, de nada se nos recordará. Así que de misterio poco, más misterioso es que haya personas que sigan vivas, tanto desperdicio de carne y esperma anda suelto por el mundo. El propio Ángel González decía 'Más todo aquello /-estatua o fortaleza-,/ después de haberse erguido, abrió dos grandes alas de misterio/ y se perdió en un vuelo negro y rápido./ De su presencia lúcida/sólo nos queda ahora/un desolado pedestal vacío/de sombra, y frío, y noche, y desamparo". Porque todos los grandes se nos acaban yendo, también los 'pequeños', pero a esos no los echaremos de menos. Igual que cuando esta semana la Universidad, sí, esa otra puta vestida de dama de rojo, por lo del banco que la maneja, deje 'morir' a uno de sus más ilustres profesores, Genaro Chic, en su última clase antes de jubilarse y nadie haga nada por evitarlo.

Llega el Apocalipsis, y nadie hace nada por salvarse, simplemente se limitan a pulular esperando su momento. Otros creen que para advertirlo hay que hacerlo a gritos, como le pasa a Lars Von Trier, uno que hace la vida misteriosa, lástima que se vaya Antonio Vega y no nos lo hayan cambiado por este fulano nórdico. Ese arte tranquilo, el de Juan Muñoz, que también quiso largarse de aquí con medio siglo apenas vivido, el de Kubrick, el de quienes se ponen a crear y punto, frente al arte pancartero de estar dando voces como niños pequeños incapaces de asimilar que sólo son eso, un trozo menos importante de la sociedad. Von Trier corrobora como bien dice Carlos Boyero que "la imbecilidad con ínfulas de transgresión siempre goza de infinitos adeptos en estos templos de la alta cultura denominados festivales". Hay mucho imbécil suelto, especialmente entre los chamanes, que están tan faltos de 'cariño social', tan distantes a veces de su propia realidad que olvidan que, después de todo, ante la Muerte no son nada, no la superan mejor ni peor que el resto. Dar voces no la ahuyenta.

Jorge Manrique lo entendió al decirnos "Así, con tal entender,/todos sentidos humanos/conservados,/cercado de su mujer/y de sus hijos y hermanos/y criados,/dio el alma a quien se la dio/(en cual la dio en el cielo/en su gloria),/que aunque la vida perdió/dejónos harto consuelo/su memoria.".

 

sábado, 31 de enero de 2009

Y ahora les dejamos con la previsión del tiempo

Para que tu estés ahí sentado leyendo esto es necesario que hayas matado, al menos, a unos seiscientos o setecientos habitantes, dignos o no, con sus miserias, sus envidias, sus ansiedades, todo lo que comprende a un ser humano; sí, piénsalo. Poco más de medio millar. Ellos te dicen que te solidarices, que muevas el culo y hagas cosas por gente que lo necesita. No te dicen que los correos electrónicos subversivos que mandas, los post que cuelgas en tu blog, toda esa parafernalia que montáis se hace gracias al coltán por el cual se parten la cara a golpe de AK-47 hordas de congoleños armados y rearmados por multinacionales del horror y la masacre. Usas electrodomésticos que se autoetiquetan como "ecológicos" pero no te dicen que el LED que llevan tan bonito y tan azul requiere de componentes extraídos de la sangre. Oiga doctor, ¿cómo tengo el hematocrito? Bien muchacho pero nos hemos quedado con un poco de tu sangre africana que vale oro. Esos maravillosos aparatos que dicen consumir poco pero no te dicen que para los plásticos con los que fueron fabricados se emitieron toneladas de CO2 al aire, ni que para ofrecértelo a un precio que tú puedas estimar como competitivo han llevado a cabo un ERE con la connivencia ciega del gobierno de turno dejando en la calle a un montón de trabajadores que jamás se cualificaron porque les vendieron que siempre serían ricos. Tú eres el rico. Consumes decenas de miles de litros de agua al cabo del año para lavarte la ropa, hacer la comida, limpiar tu cuerpo día tras día ¿de qué mierda?, tener el coche brillante, los dientes relucientes y por supuesto la luz que enciendes, esa energía que crees vasta pero que no es más que el producto de una sola Tierra asfixiada.

Y ellos te dicen que te solidarices. Que separes la basura aunque no te digan que sólo hay una planta de reciclaje porque privatizaron el sector y le cayó en gracia al primo de un delegado del gobierno dejando más del 64% de la basura que a ti te dicen que recicles en el mismo sitio al que habría ido si a ti no te hubieran dicho que reciclaras. Ellos te dicen que vivimos malos tiempos y que hacen todo lo posible para mejorar la situación. Pero no te dicen que has llegado a estar así porque se reían del mundo en los grandes yates de los presidentes de corporaciones bancarias que jugaban a la ruleta rusa con nuestro dinero y apostando nuestra cabeza. No, la suya no, ¿por qué estás tan serio? ¿no te gusta saber eso? No, ¿verdad? Porque ellos te dicen que arrimes el hombro cuando hace unos meses te decían "¡eh! Compra esto, adquiere lo otro, invierte en aquello". Devuélvenos el dinero que te hemos dado, ¿o es que te lo has ganado? Te dijeron que podías comprarte un coche que tu abuelo, e incluso tu padre, creía que sólo podían conducir los ricos y ahora míralo ahí, aparcado no en un garaje de una casa sino en la calle en un barrio cualquiera. Te dijeron que podían comprarte una casa en la playa, que podías hacer el viaje en crucero que todo el mundo hace, te dijeron que viajaras en avión, ¿recuerdas cuando sólo viajaban en avión los ricos? Tú también fuiste rico, viajaste en avión. Te dijeron, "¡vamos! ¡hemos bajado los precios!" pero seguía siendo más del 12% de lo que ganabas en un mes. Te alargaban el pene mientras te quitaban la libido.

Y cuando veías gente pasándolas putas, ¿qué hacían? ¿no te los objetulizaban transformando la imagen del hambre y la miseria en anuncios de televisión? "Recuerde, nadie lava más blanco/¿Te gusta conducir?/Miles de personas mueren de malaria cada día/Mañana, doble capítulo" y todo en menos de un minuto. Ellos te dicen "¡vamos! Colabora, coopera, apúntate, sé un voluntario" y así le evitas al Papi-Estado el tener que crear infraestructuras de coberturas sociales. Te dicen que te manifiestes con un pañuelo palestino al cuello mientras le venden armas para matarlos aunque luego te dirán que venden armas que no matan. Te piden que de lo que ganas, si es que ganas algo, seas tú el que sigue sosteniendo infraestructuras precarias basadas en escasos apoyos de cientos de organizaciones sin apoyo estatal. La solidaridad que perpetua la necesidad de solidaridad. Les damos porque tenemos mucho; tenemos mucho porque se lo quitamos a ello. Y tú, ¿qué haces? ¿lavas tu conciencia? Mientras lo haces, mientras apadrinas un niño ellos le venden un arma al revolucionario libertador de turno que le dará a elegir, o bien empuña el arma o bien lo mata. Mientras das parte de tu dinero para que se vacunen a 100 personas contra la malaria ellos extienden nuevas pandemias cuyas vacunas ya se han fabricado en los laboratorios de las grandes farmaceúticas para venderlas a precio de diamante.

¿Ves? ¿puedes ver toda esa mierda que te dicen los que te piden que los votes? Dime, ¿te gusta? ¿te gusta que te fabricaran un sistema educativo hecho a la medida del mediocre, del que no dejan pensar? ¿te gusta que se gasten millones de tu bolsillo en planes antidroga pero al mismo tiempo sostienen gobiernos corruptos que sobreviven con el tráfico internacional de cocaína y heroína? ¿te gusta que te hayan dicho tantas veces, tantas que hasta han llegado a lobotomizarte, lavado el cerebro, convertido en una puta del Sistema, que no tienes por qué pensar, que todo lo material que quieras está a tu alcance, que no pienses en nada, en revolverte, en atacarles, en echarlos de sus poltronas gigantes. Ellos te dicen un día que no puedes comer eso, porque no es bueno y te afectará, y al poco te dicen que sí, y te desconciertan, manipulan tu comportamiento para que no crees hábitos, rutinas, que afiancen tu personalidad cotidiana y te permitan tener seguridad para afrontar nuevos retos. Ellos han eliminado a los guerreros de la ecuación, te dicen que los ejércitos están para imponer la paz, te dicen que en Kosovo buscaban que no hubiera más guerras pero ni una palabra de la riqueza mineral de la región escindida de un país pro-ruso para pasar a un invento de país pro-occidental. Te dicen que querían matar a un dictador y su mala memoria les hace olvidarse hablar del petróleo. Te hablan de cuánto hacen los monarcas por sus países pero no te cuentan que se llevan un amplio porcentaje del oro negro saudí.

Y tú sigues ahí, bebiendo alcohol barato, montado en tu coche que en otro tiempo era símbolo de ser muy rico, permitiéndote el lujo de llevar una ropa que te caracteriza como Puta Social del Sistema. Recuerda que lo haces porque de los siete planetas que harían falta para que todo ser humano viviera como tú vives, has tenido la suerte de pertenecer al primero de la lista. Somos pocos. Aprovecha, nos queda poco tiempo. El sol de nuestra abundancia, ya se está poniendo.

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