Aquellos días de marzo con la primavera sentada en tu regazo
en noches tan oscuras como los días que esconden tus manos
aquellas páginas llenas de desiertos que tus labios llenaban
mientras tus ojos acariciaban aquello que pudiera alejarnos.
Y ahora que tan poco queda para morir en el bucle de tu olvido
¿dónde dibujamos la línea si no es donde yo la puse?
¿qué querrás mañana de mí cuando todos se hayan ido?
tal vez que te dedique la primera canción que compuse.
He visto en la palma de tu mano una maravilla infinita
y he visto morir en tus ojos mi hambre incansable,
ven, alimenta a la lluvia con mis lágrimas caídas
porque estoy sediento de un amor infatigable.
Me gustaría estar a tu lado cuando todos vengan a despedirse
a decirte que no me marcharé aunque el mundo se haya acabado.
Me gustaría saber cuál es el mar en el que por ti hay que morirse
siendo tú el único dios que siempre he necesitado.
Y ahora que tan poco queda para vivir en el bucle de tu recuerdo
¿dónde dibujamos la línea si no es donde yo la puse?
¿qué querrás mañana de mí cuando todo parezca un sueño?
tal vez que te dedique la primera canción que compuse.
Estoy aguantando y esperando a que me encuentres
para que mi corazón no se rompa por el mar
para reventar el sol si necesitas calor para siempre
para evitar que nunca más haya que sangrar.
Y ahora que tan poco queda para irnos en silencio
¿dónde dibujamos la línea si no es donde yo la puse?
¿qué querrás mañana de mí cuando el sol se haya puesto?
tal vez que te dedique la primera canción que compuse.
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