Entre las sábanas de tus manos quise quedarme dormido
tal vez en el fondo no fuera más que el deseo
de que en mi boca con tus labios callaras el ruido.
Y ahora vamos hablando para nada decirnos
para que así pasen los días que nos quedan como hielo
conservado en mitad de un invierno hecho para mentirnos.
Quisiera ver tu rostro mañana y que en cada batalla pienses en mí
y romper el nudo que en tus manos dejó el pasado
volcar al sol en tus ojos, herirlo para ti.
Tú tan cerca y yo en la distancia como sombras en el mar
por aquello de ser sólo vagabundo en tu recuerdo
con el miedo a que me quieras olvidar.
Por eso quisiera ver tu rostro mañana y que en cada batalla pienses en mí,
romper el nudo que en tus manos dejó el pasado
volcar al sol en tus ojos, herirlo para ti.
Guardando en mis palabras que te persiguen
lo que hierve en las miradas
tan frías en la ausencia de tantas lágrimas secadas.
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